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Milei y Bukele. Como todos saben Javier Milei ganó las elecciones presidenciales de Argentina y más de alguna voz analista ya hizo la comparación de su perfil con el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Por lo tanto, siendo salvadoreño no puedo dejar de analizar ambos fenómenos mediáticos.
¿Será Milei el Bukele sudamericano? No sé, esa es una respuesta que solo el tiempo dirá, lo que haré a continuación es contarles sus diferencias y similitudes, y luego que cada quien opine.
Empecemos con sus similitudes, ambos personajes llegaron a la presidencia como ¨outsiders¨, haciéndose un nombre atrás en cortos 5 a 6 años. Sin embargo, me atrevería a decir que la carrera de Javier Milei fue aún más meteórica, teniendo en cuenta que Nayib fue alcalde de dos municipios diferentes, con cada periodo de 3 años, más un año adicional de campaña camino a ganar la presidencia.
En cambio, Milei se posesionó en la opinión pública como conferencista, y luego, como analista en los medios de comunicación en temas económicos, con su estilo camorrero muy propio de su idiosincrasia llegaba a subir las audiencias de los programas que lo invitaban, y así fue que decidió postularse al parlamento, formó su propio partido y llegó a ser diputado hace apenas dos años atrás, el 10 de diciembre de 2021.
También los une ambos su discurso despotricador contra la clase política establecida, ¨el establishment¨, apelando al hartazgo popular; y a su vez bajo esa bandera ambos se fueron haciendo de seguidores fieles convencidos de que la situación del país es insostenible, para el caso argentino es la inflación que va por un rumbo descontrolado, y para el caso salvadoreño fue la inseguridad social y las pandillas.
En los dos casos sus detractores llamaron a sus seguidores con apelativos peyorativos y en ambos casos eso les fue contraproducente, y como resultado perdieron el poder, e hicieron el ridículo. En el caso salvadoreño a los seguidores de Bukele se les llama: focas. Y en su variante argentina se les conoce como: goriloros.
En esta comparación no podría dejar de mencionar que ambos fenómenos políticos cuentan a su favor con el manejo exquisito de las redes sociales, y ambos a su vez son criticados usualmente por el periodismo convencional. Siendo lo youtuberos sus mejores aliados mediáticos, en otras palabras, la generalidad de la comunicación alternativa se decanta su favor.
Por otro lado, observamos claras diferencias entre los dos, Milei se enfrenta a un público que en su idiosincrasia tiene un nivel cultural mayor que el salvadoreño (en términos generales), por lo tanto, es más difícil de convencer, por lo que el nuevo mandatario argentino tuvo que prestarse a más entrevistas, al debate directo y a ofertar propuestas concretas. Lo que lo diferenció de Bukele quien ganó en primera vuelta, sin debatir con nadie y con propuestas rimbombantes.
Otra diferencia no menos desdeñable es que en Argentina el voto es obligatorio y en El Salvador no, por lo tanto, en el caso de las elecciones donde Bukele fue electo el abstencionismo fue mayor que en otras elecciones presidenciales salvadoreñas.
Entre otros contrastes podríamos decir que Milei es de origen modesto, en comparación con Bukele, quien es miembro de una de las familias más pudientes salvadoreñas.
Otra discrepancia notoria es que Bukele no alardeó de ninguna corriente ideológica política, en cambio Milei se denominó como ¨libertario¨, casándose con la famosa escuela económica austriaca de carácter heterodoxo.
En fin, para no irnos por las ramas podríamos decir que si algo une a ambos es que surgen como líderes de pueblos acorralados, atribulados, tanto argentinos como salvadoreños fueron a elecciones entre la espada y la pared. Aquellos empobreciéndose en un país de grandes recursos y nosotros en el pulgarcito sin que nuestros hijos caminen en un país seguro, en un Estado fallido, tomado por el hampa, el narcotráfico y las pandillas.
Lo que nos lleva a la similitud más importante de ambos lideres; sin duda ellos aprovecharon sin parpadear su momento político y los dos hicieron uso del neuro-márquetin de forma eficaz y estratégica. Es decir, a la hora de elegir las emociones populares dominaron sobre el instinto y la lógica, por eso no me extrañó saber que el equipo de Milei estuvo acá en San Salvador tomando algunas notas impartidas por el equipo de Bukele.
Que Dios bendiga a la Argentina y que El Salvador camine por mejores derroteros.
PD: Es importante decir que Milei recién ha sido electo, siendo una incógnita en el poder, es decir, no es lo mismo llamar al diablo que verlo venir. En cambio, Bukele termina su periodo durante el cual obtuvo a su favor la mayoría absoluta en el parlamento, y a su vez, en términos generales cumplió las expectativas de las mayorías, tanto en tema de seguridad, pensiones y política en general. Pero eso es otro tema del cual nos ocuparemos en las próximas 500 palabras.